El Papa Benedicto XVI comienza hoy su visita al Líbano, en un momento muy delicado para una región particularmente conflictiva. Las fuerzas apaciguadas del país están siempre en tensión, y en medio de todo este panorama, la minoría cristiana sufre una de las peores presiones pasivas que se hayan ejercido durante la historia religiosa del país.
El Papa llamó a judíos, musulmanes y cristianos del Medio Oriente a erradicar el fundamentalismo religioso, que él ha calificado de amenza mortal. En la exhortación apostólica que firmó en la basílica de San Pablo, en Harissa, cerce de Beyrut, primera etapa de su viaje al Líbano, el Papa que este fundamentalismo aflige a todas las comunidades religiosas y desprecia la vida en común secular, que ha caracterizado al Líbano. El fundamentalismo quiere tomar el control, siempre a través de la violencia, de la conciencia de cada uno y sobre la religión por razones políticas.
"Hago un llamado apremiante a todos los responsables religiosos judíos, cristianos y musulmanes de la región, a fin de que busquen por su ejemplo y su enseñanza a dedicarse a erradicar esta amenaza que toca indiscrimina y mortalmente a los creyentes de todas las religiones.... utilizar las palabras reveladas, las Escrituras Santas o el nombre de Dios, para justificar nuestros intereses, nuestras políticas tan fácilmente acomodadas, o nuestras violencias, es una falta grave", ha dicho el Papa hoy en el primer encuentro de su visita al Líbano.
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